Dicen que novia mojada, novia afortunada. Bueno no fue exactamente el caso pero el día amaneció un poco encapotado y lo suficientemente amenazador para no poder hacer la ceremonia en los preciosos exteriores de las bodegas Eguren Ugarte. Así que entre vinos, risas y lágrimas transcurrió la ceremonia al calor de los pasillos donde el vino va haciéndose mayor.