Un pueblo que ni aparece en el GPS, un atardecer de ensueño y una pareja son los ingredientes que se necesitan para una boda de cuento.
Un pueblo que ni aparece en el GPS, un atardecer de ensueño y una pareja son los ingredientes que se necesitan para una boda de cuento.
Con alerta naranja y mis dos cámaras al hombro la tarde se presentaba divertida para una preboda en El Retiro de Madrid.