Yaiza y Jon tenían muy claro lo que querían, incluso tenían fichado un pequeño rincón a las faldas del Gorbea donde comenzar con la sesión. Yo no fui su fotógrafo de boda por problemas de agenda, pero si que quisieron que fuera yo quien les hiciera el reportaje de postboda y eso es siempre una buena señal. Así que con un día otoñal de los que quitan el hipo nos fuimos a las faldas del Gorbea para terminar en el precioso hayedo de Otzarreta capturando momentos que serán los futuros recuerdos del mañana.