Vitoria-Gasteiz tiene algo que tienen muy pocas ciudades en el mundo, y es que tiene dos catedrales. La de Santa María, recién abierta al culto, fue el escenario de una boda con una luz de esas que no se olvidan.
Vitoria-Gasteiz tiene algo que tienen muy pocas ciudades en el mundo, y es que tiene dos catedrales. La de Santa María, recién abierta al culto, fue el escenario de una boda con una luz de esas que no se olvidan.