Esta es una pregunta que se hacen muchos novios cuando les planteo mi manera de trabajar y existen mil y una razones por las que fotografiar los preparativos de boda.
A mi me gusta contar historias y la historia de una boda no es solo la ceremonia, ni mucho menos. Es un dia donde los sentimientos están a flor de piel, las sorpresas se suceden y puede ocurrir cualquier cosa en cualquier momento: un regalo inesperado, un familiar que no esperabais…
Por eso me encanta fotografíar desde que abris los ojos hasta que los cerrais, esa es mi misión, ese es mi objetivo. Generar recuerdos de cada momento de vuestro día.
Mucha gente solo quiere las fotos de la ceremonia y aunque ocurren cosas dentro de la iglesia todo está más encorsetado, guionizado y hay poco lugar a la improvisación. Sin embargo fuera de la ceremonia reina la espontaneidad, los imprevistos y sobre todo antes de la ceremonia, los nervios.
Hay que tener en cuenta que después de la ceremonia vaís a vivir la historia juntos y aunque una foto es el mejor medio de poder recordar lo que allí pasó, con los preparativos hay una diferencia, una gran diferencia. Ninguno vive la experiencia del otro antes de la ceremonia, entonces es cuando las fotos de los preparativos cobran un valor único.
Es por todo esto por lo que considero indispensable esta parte de la historia, sin ella el libro está cojo, es un libro en el que no nos han presentado a los personajes. Abrir un álbum y encontrarse con la entrada a la iglesia de sopetón es algo, desde mi punto de vista, sin alma.
Dejadme que escriba este día de principio a fin, sin cortes ni publicidad.
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