Para los que somos del norte, casarse con vistas a la montaña ya es un privilegio. Pero si encima es con vistas al Gorbea, pues poco más hay que explicar. El lugar elegido para la boda de Desi y Luis fue la espectacular Finca Ziarsolo a los pies del Gorbea con una jardín y un comedor impresionantes, y unos chuletones que daban ganas de llorar solo de verlos esperando para ser echadas a la brasa.