Gaztelugatxe es un marco insuperable para cualquier tipo de reportaje postboda, y hace poquito tuve la suerte de hacer en este mismo lugar un reportaje preboda. El problema de Gaztelugatxe es que el acceso no es inmediato, hay que pegarse un paseito antes de ni siquiera empezar a subir un escalón. Así que así se lo hice saber a Igor y Oihane que querían hacer su reportaje postboda en este lugar tan mágico. Así que con esta pareja de valientes me junté una preciosa tarde de finales de verano y recien llegados de su viaje de novios, ni más ni menos.
Tras coger todos los bartulos comenzamos bajando el camino que lleva hasta la base de la escalinata que llega hasta la misma ermita que preside el peñón desde donde puede observarse unos de los mejores atardeceres de toda la costa. Con el sol poniendose comenzamos la bajada, ya que sin linterna ni farolas podría ser divertida la vuelta si nos hubieramos quedado sin luz.
Una postboda de un par de valientes.
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