Ahora mucha gente lo llama Rocadragón, gracias o por culpa de Juego de Tronos, pero Gaztelugatxe sigue siendo un paraje único y envidiado de la costa vasca. Y precisamente la ermita de Gaztelugatxe fue la testigo de excepción de la preciosa boda de Julen e Itxaso. Una atalaya suspendida frente a la inmensidad del cantábrico, un sol que iba despidiendo el día y unos novios radiantes, ingredientes más que suficientes para un día 10.
Julen e Itxaso estaban felices, disfrutando cada segundo de su día. Ya desde primera hora del día mientras se preparaban en el Hotel Carlton se respiraba el buen rollo de la boda. Amigas, maquilladora, peluquera y ellos, un cocktail que hizo de los preparativos un momento muy divertido.
Ya tras la boda en el restaurante Eneperi, y antes de sentarse a cenar los novios decidieron lanzar unos farolillos para que navegaran cantabrico adentro y pese a las complicaciones de navegación por lo caluroso del día finalmente lo consiguieron.
Resumiendo, una boda que apuntaba maneras y que no defraudó. Aquí os dejo con el día en imágenes de esta boda en el restaurante Eneperi.
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