La palabra palacio ya hace que la imaginación eche a volar. En este caso esta boda en El Palacio de Ubieta terminaría literalmente con fuegos artificiales.
A Iría e Ibai no era la primara vez que los veía, ni mucho menos. A parte de la preboda que realizamos en Gaztelugatxe, es la tercera boda que hago de la cuadrilla de Ibai y sin ir más lejos el año pasado disfruté sacando fotos en la boda de la hermana de Iría. Es de esas bodas a las que vas y te reencuentras con caras conocidas y te encuentras como en familia. De broma les decía a los amigos de Ibai, que una boda más y me hago de la cuadrilla. Así que lo ingredientes no podían ser mejores: buen ambiente, unos novios radiantes y un paraje único, el Palacio de Ubieta.
Finales de septiembre y una temperatura perfecta para una ceremonia civil en los jardines del Palacio de Ubieta. Iria e ibai estaban entre emocionados y nerviosos pero todo eso desapareció en cuanto comenzó a sonar la música a manos de la tía y la hermana de Iría. Une ceremonia emotiva con una invitada de excepción, la pequeña perra de la pareja, Maia. Así que con todos estos ingredientes comenzó una comida que cerca estuvo de desmadrarse en el mismo comedor, pero que finalmente terminó por desmadrarse al aire libre con la fachada del Palacio de Ubieta de fondo. Unos mágicos fuegos artificiles dieron carpetazo a la fiesta que seguro continuó en algún lugar de Vizcaya, pero ya sin cámaras.
Os dejo con esta boda en El Palacio de Ubieta
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